Tengo el traje de neopreno colgado en el armario. Lleva ahí tiempo, observándome, riéndose de mí, desde que lo compré en verano en la tienda de Emilio, cuando vivía en Vigo y baje un dia a Huelva por motivos laborales. En realidad me hice 900 km en coche a todo trapo por Portugal porque conocí a una chica via Email, que no es lo mismo que por via Mail. Lo que hace los amores…, y yo que odio conducir¡¡ . Bueno no me desvio del tema …….desde que el de la tienda me dijo “pruébatelo tranquilamente en casa”, desde que pensé “¿para qué voy a probármelo?”, desde que asumí que al ser elástico, no tendría ningún tipo de problema en ponérmelo.
Me han preguntado varias veces, ..“te lo habrás probado, ¿verdad”?: “Sí sí, claro, por Dios, no se me ocurriría no probármelo!”. La realidad es que nunca me lo he puesto, bueno casi nunca. Todavía lleva las etiquetas, o será algo para poder subir la cremallera…. bueno no me lien.
La verdad es que el traje en sí, mola. Decir “me he comprado un traje de neopreno” te da (o por lo menos a mí me lo parece) un aire muy “cool” y te da caché, porque te sitúa en la liga de los submarinistas, surfistas, kite-surfers, marines, agentes secretos y superhéroes. Siempre he tenido ganas de llevármelo a la obra, en una percha, en plan “no, es que lo tengo que llevar al tinte” o “no, me lo traigo porque se lo tengo que prestar a un amigo mío que es de los cuerpos especiales de la marina”, sólo para fardar, aunque al final nunca he reunido el valor.
Y la realidad es que el traje representa todos mis miedos de la mañana del sabado que he quedado con un grupo de triatletas (los de mi club) (porque ya tengo club de triatlon aqui en Mallorca), porque lo utilizaré para afrontar el segmento que peor se me da, a saber, los 1.900m de natación, en el mar y en la oscuridad. Y con gente mirando. Gente con cámaras fotográficas. Gente que puede dar fe de mi pobre rendimiento y nefasta actuación… por Dios, que no se rian, que no me señalen, que no este Jose Luis Moreno y me diga: … lo sentimos pero Tu no Vales….que no aparezca en la Revista Triatlon en la sección » Que no se debe Hacer en un Triatlon», que los niños no le pregunten a sus padres… Papa, que le pasa a ese señor?…. por Dios, por Jesusito de mi vida, que la morena que me gusta del Gym, si, esa que veo cada vez que entro, ese día, este sabado, no le de por estar en la Playa de …… (No lo digo por si lo lee y va…¡¡¡)……Pues eso ¡¡¡
Pero es guapo el traje, chulo, chulo, aunque me comprima los pulmones, aunque este tan envasado al vacio que parece que se me van ha salir las pelotillas por la boca, aunque el rotor del hombro no funcione para lo que Dios lo creó, aunque la gente diga …. que Pena de hombre pero que guapo es el traje…..
Acogeme en tu cielo San Pedro, y si ves aun ahogado el sabado, pero lleva un traje de Triatlon guapo a juego con el morado de la cara, ese soy Yo y abre las puertas… Ahhh, el traje se viene conmigo.
por tiburones de hawaii (adaptado a mi situación)
Mucha valentia en tus palabras…
Bravo!
P.D.: Lo que realmente impacta a la morena es el gorro … No lo olvides… 😀
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Tu crees que el gorro?….. jajajajaj. Un saludo.
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Ja, ja, cómo me he reído imaginándote tratando el día D, de embutirte en el traje…
Pero…¿cómo terminó la historia del «traje molón»?…¿Y que pasó con la morena?
Besotes
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Pues nada, que la Ola de Frio me salvo la vida y se anuló la salida «neoprenera»… (milagro). Y en cuanto a la morena… ni idea ¡¡¡ jajjajaj. un abrazo Noe
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Ja,ja me alegro suertudo 😉 … Si al final es cierto eso de que no hay mal que por bien no venga…
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