Que tiempos aquellos en sólo pensaba en navegar. Sália de curro con las cometas metidas en el maletero del Freelander, mi tabla, mi traje,… bañadores y demás. Dirección a Punta Umbria o La Bota a saltar y pegarme esas navegadas de ensueño.
Dias y dias mirando el mar porque el viento no se levantaba ni era el adecuado. Dias y dias pensando de que mas de una vez me echarian del trabajo porque intentaba hacer las direcciones de obra que estaban cerca de la costa por la tarde para poder escaparme un par de turnos para meterme en el mar.
Con los amigos del KanelaKite, del Kaimaleon… aunque en aquella época sólo eramos a lo mucho 10 locos que en invierno y con tormenta, mojandonos por el agua vertical de la lluvia y navegar era lo que nos importaba……
Viajes de ensueño a Essauira en busca del viento, recorridos de Fuerteventura y fines de semana en Tarifa por citar costas y litoral. La sensación de levantarte cuando el sol calentaba el techo de la furgoneta frente al mar, con las lagañas pegadas, y mirar como el el ruido de las olas a esas horas es un cantico inigualable.
Y cada vez que te quedabas sentado en la arena, con tu colega Andrés y Ales decir la misma frase: … ESTO ES VIDA…. La vida del nómada del viento que no tiene precio. Imaginar una ruta recorriendo el mundo en busca del mejor viento, probando lugares, saboreando sitios con tus amigos en el asiento del copiloto porque comparten tu filosofia……
Y es que, Aquellos Maravillosos Años del 2003 estarán en mi memoria por Siempre.
Con mis amigos de Aquellos Maravillosos Años: