Este es Luckie Luck, lo he llamado así porque me recuerda él, no sé por qué. Es un Pastor catalán que desde hace ya seis meses me saluda todas las mañanas cuando me dirijo al trabajo. Me espera impaciente tras la valla de la vivienda que custodia. A lo primero me ladraba pero ya, después de hacerle comprender que paso por allí en “son de paz” me deja acariciarlo.
Todas las mañanas, a las 8 me “espera y espera” que me baje del coche y lo acaricie. Muchas tardes, cuando vuelvo a pasar no lo veo , tal vez sea mas inteligente que yo y esté durmiendo la siesta, pero a la vuelta allí está, y con un par de ladridos me dice “… hasta mañana Pacheco…”, mientras recorre toda la valla saltando.