Conocí a Eduardo P. cerrando el contrato de una obra, pues es además de haberse convertido en amigo un promotor inmobiliario y aventurero. Ambos nos contabamos nuestras pequeñas escaramuzas por este planeta llamado tierra y hablabamos más de anecdotas que de trabajo. De hecho, desde aquel día dejamos de tener una relación profesional para que no enturviara nuestra amistad y cada vez que nos vemos hacemos referencia a este sentido. Sus más de 30 años de diferencia conmigo me garantizaba que su desición era correcta y la compartía.
Un día comiendo o tapeando, como decimos por aquí pasó aquel personaje que tantas veces habia visto en la calle. El Niño Migué.
Hoy tenía la necesidad de coger mi guitarra y tocar algo, o al menos evadirme con ella, pese a que son mas los intentos de querer acariciarla y recordar notas de oido que las letras que salen de mi mano y me acordé de Eduardo y del Niño Migue.
… Cientos de veces había visto a un hombre de mediana edad mendigando por las calles de Huelva, con unas alpargatas de tela, una americana roida y mucho desaliño. Barbas y melena hasta los hombros ocultaban el sembrante de aquella persona que llevaba una guitarra en proceso de derrumbe con cuatro cuerdas como únicos elementos de suspensión de sacar todas las notas musicales posibles como fruto de milagro. Lo había visto tocar multitud de veces en la Calle Concepción y pasar es guitarra como bandeja de platillo entre todas aquellas personas que toman el sol sentados en las terrazas de bares y comedores. Guitarra con doble sentido o mejor complacientemente dicho con un trienio de bondad. Por un lado como medio acústico de volar los sonidos musicales de un guitarrista. Por otro lado un medio de ser herramienta recogedora de frutos para un «pobre» desdichado de la vida y por último como máscara de carnaval para huir de quien sabe nadie lo que fue el inicio de aquel primero abandono.
– Eduardo: Sabes quien es ese Manuel?
– Yo: Sí, el niño Migué, no?
– Sí, pero sabes quien es?
– Dime. (me encogí de hombros).
…….. Dice la Leyenda, que el Tomate, el cantaor flamenco mas grandes de los tiempos tenía una amante en Huelva. Fruto de ese amor prohibido pues entre la raza gitana está mal visto con agravio, nació el Niño Migue. El no lo reconoció, ni nunca lo ha echo. El niño Migué, cogio una guitarra que se encontró rota en la calle cuando era muy pequeño y aprendió sólo a tocarla de oido. Nadie le enseñó. Y yo, que soy amigo de Paco de Lucia te digo textualmente lo que me dijo: El Niño Migue es el mejor Guitarrista del mundo, incluso mejor que yo. Lástima que la droga y el abandono lo haya llevado a esa situación……
…. Se encontraban en un famoso restaurante de Huelva comiendo tres personalidades del mundo del flamenco y mi amigo Eduardo, entre ellos Paco de Lucia y salió a relucir el nombre del Niño Migué. Llamaron a un taxista y le dieron el encargo de que fueran a buscarlo por las calles de Huelva y que lo llevará hasta allí.
Era facil localizarlo. O estaría en La Plaza de la Merced bajo una palmera dormiendo o en la Calle Concepción.
El taxista lo localizó, lo montó en el coche y lo llevo al restaurante cercano a la playa de La Bota. El niño Migue entro y fue hasta la mesa donde estaban esperandolo, dejando su guitarra mal herida por los años sobre una silla y el quedandose de pié.
…. Lo invitamos a que tomara asiento y el se negó. Lo invitamos a que comiera algo y el se negó. Nos preguntó: Que quereis?
– P.L. : Niño ¡¡ tocanos algo.
– No, respondio el Niño Migue.
– P.L. Niño ¡¡¡ te damos 100.000 pesetas si nos toca una cancion.
– N.Migué: Yo toco cuando mi corazon quiere y no cuando me lo exigen.
….. y cogió el niño Migué y se fue adando hasta Huelva unos 12 km.
Hoy en día, todos los años se hace un concierto benéfico para que el Niño Migué se recupere y pueda rehabilitarse de las drogas. Os dejo un video para ver que hay angeles en tierra con sonido de guitarra.
En 2007 se estrenó un documental sobre el flamenco en Huelva (HUELVA FLAMENCA) hecho por Benoît Bodlet y Chechu G.Berlanga donde El Niño Miguel aparece tocando «El Emigrante» y una «Alegría».[1] Actualmente, se encuentra recuperando en una clínica y su estado de salud mejora. En el Festival de Cine Iberoamericano de Huelva en 2009 se estrenó «La sombra de las cuerdas» dedicado a la figura del Niño MIguel con archivos y entrevistas de Paco de Lucía, Tomatito, Rafael Riqueni, Juan Y Pepe Habichuela, Juan Carlos Romero, Enrique Morente, Arcángel, Niño Josele, Antonio Mesa y la familia de Miguel.[2] (dirigido por Annabelle Ameline, Benoît Bodlet y Chechu G.Berlanga)